no no la habría vuelto a ver supongo). Se llama el Club de la Lucha, dirigida por David Fincher y basada a su vez en la novela homónima de Chuck Palahniuk. Aparecen estrellas del cine tales como Edward Norton, Brad Pitt y Helena Bonham Carter. Trata sobre un hombre que lleva una vida de lo más normal, ligada al consumismo, y que padece de insomnio.Logra curarlo liberando sus emociones en grupos de ayuda para enfermedades. Cuando ve que una mujer asiste de manera farsante igual que hace él, el insomnio vuelve. Entonces conoce a Tyler, otro hombre que lleva una vida libre y autosuficiente, contraria a la del protagonista. Después de perder su piso en una explosión el protagonista va a vivir con Tyler, y empieza a vivir como él. Juntos crean el club de la lucha, donde todo tipo de hombres van a liberar sus emociones más agresivas y donde todos adoptan una filosofía
común. No sigo por no haceros spoiler del final (muy bueno, por cierto).
Hay una escena, donde el protagonista y Tyler están sentados en un bar, en la cual el protagonsita expresa su tristeza tras haber perdido todos los objetos de su piso. Entonces Tyler dice: "lo que posees acabará poseyéndote". Se trata de una frase anti materialista y anti consumista que rompe con los esquemas preestablecidos de la sociedad de hoy en día. Porque nosotros no nos damos cuenta, pero tenemos una necesidad oculta en nosotros de tener objetos, y un extraño aprecio muy natural a dichos objetos. Es un aprecio diferente al que sentimos cuando algo nos transmite recuerdos o al que notamos cuando alguien nos da un regalo. Es el conformismo provocado por un nivel de vida alto, provocado por todos los objetos que tenemos en nuestra posesión, provocado por todo el dinero gastado en dichos objetos y el que aún no hemos usado.
La sociedad actual, generalizando, tiene una meta: tener. Algunos países y algunas minorías de personas tienen la meta que yo considero correcta: ser. Ser y ser feliz. Porque hay una idea errónea basada en que cuanto más tenemos más felices somos. Y esto es incorrecto, y lo demuestro remarcando el hecho de que muchas personas de países en vías de desarrollo son más felices que gente que vive en mansiones a lo alto de las colinas de Hollywood Hills. Esta necesidad de comprar, este consumismo, no existe así porque sí. Existe porque unas pocas personas (en comparación con el total en todo el mundo) explotan a las demás y se benefician del dinero de la población. Quieren que compremos porque ese dinero llegará de manera indirecta a ellos. Ellos están en lo alto del capitalismo y les favorece nuestras intenciones consumistas. Se trata de una manipulación de la mente, hecha a base de influencias instauradas durante nuestra infancia. Aunque ya hablaré en otra entrada de ello, la frase que habéis leído (supongo) en el título de la entrada se refiere totalmente a esto.
Imaginad por un momento que todos vuestros objetos desaparecen en medio de una explosión como le pasa al protagonista del Club de la Lucha. Nos sentiríamos tristes, es verdad, pero porque estamos acostumbrados a una forma de vida basada en el consumismo. Y no culpo a nadie, yo mismo vivo en medio de cosas. Pero debemos tener claro la prioridad y lo que realmente es importante: la felicidad y la igualtad de todos. No debemos olvidar que mientras nosotros vivimos con un gran número de objetos hay gente en el mundo que apenas puede permitirse un bocado de carne.
Yo mismo puede que sea un hipócrita por estar escribiendo esto en lugar de ir a países más pobres a ayudar (en algún momento u otro espero tener la oportunidad de hacerlo) pero espero que gracias a estas frondosas líneas pueda convencer a vosotros lectores de qué es lo justo y lo que no, de lo que importa en la vida y de las maneras como podemos mejorar el mundo. Todos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario